jueves, 22 de diciembre de 2011

SEMANA DEL TERROORRRRRRRRRR


Del 22 de octubre al 3 de noviembre, el Grupo de Biblioteca de nuestro instituto puso en marcha la Semana del Terror.  Sin entrar a valorar la conveniencia de participar en festividades más o menos comerciales, los miembros del grupo aprovechamos la ocasión que determinados acontecimientos sociales nos  brindan para impulsar la divulgación de obras y autores representativos de la Literatura Universal. El objetivo último es, además, propiciar el desarrollo de estrategias comunicativas y artísticas en los alumnos.  
Durante esa semana, todos los profesores del centro comenzaron cada una de las clases leyendo un pequeño fragmento  de obras literarias cuyo tema giraba en torno al miedo, con el fin de desatar la curiosidad del alumno y el deseo de continuar su lectura. Para ello, se realizó una cuidadosa selección de párrafos y obras, en las que las características fundamentales fueran --además de la calidad expresiva--, la atmósfera de miedo o suspense en todas sus gradaciones.
Con la ayuda de los alumnos, ambientamos la entrada del instituto, el pasillo y la biblioteca, para que todo el acceso principal nos condujera a un espacio en el que predominara una atmósfera inquietante: decenas de murciélagos volaban entre telarañas,  un nicho servía de soporte a varios libros cuyo contenido gira en torno a estos temas. Paneles informativos servían como expositores acerca de obras y autores clásicos que han desarrollado este tema: entre otros, Poe y Lovecraft, encabezaban el espacio del horror; Conan Doyle, Agatha Christie, Raymod Chandler, protagonizaban el suspense; Cortázar y Borges,  lo irracional… Y presidiendo todos ellos, imágenes terroríficas, velas, calaveras y otras exquisiteces, desplegaban su presencia por donde sus etéreos cuerpos y rostros les permitían.
Un nicho más pequeño servía de sarcófago a un grupo de papiros enrollados que encerraban minicuentos espeluznantes. Los alumnos los leían durante el recreo y se los quedaban; pues el miedo no pertenece más que al que desea sentirlo. Tuvimos que preparar muchas veces estos relatos, porque los chicos están ávidos de sentir esta emoción y, como son jóvenes, manifiestan ese malestar de forma aparentemente sádica: riéndose.
En la biblioteca, durante los recreos, los chavales leyeron cuentos terroríficos a la luz de las velas, mientras un esqueleto cubierto con una capa y una hoz los señalaba amenazante. El esqueleto amenazaría, pero acabó sin unos dientes y alguna costilla…; pero ese es otro tema,  que no tuvo solución…
Interiorizado el miedo, los alumnos, por imperativo legal, participaron animosamente en un concurso de relatos de terror. Y damos fe de que algunos de ellos asimilaron bien las técnicas y ambientes que nos llevan a querer huir de lo oscuro. Sobre todo, los ganadores: María Agudo González, de 4º B; Mateusz Marian Zuwalski , de 3º B; AlejandroPérez  López,  1º de B, y Klaudia Teresa Kosalka,  2º B .

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