viernes, 25 de octubre de 2013
La alta literatura es gimnasia para el cerebro
El trabajo que Science publica este jueves hace diana en el epicentro de la más profunda cuestión en la estética literaria. ¿Por qué El código Da Vinci de Dan Brown puntúa menos que El americano impasible de Graham Greene en ese concurso para ascender al parnaso? ¿En qué sentido es Arturo Pérez Reverte menos literario que Javier Marías? ¿Por qué discutieron Carlos Ruiz Zafón y Antonio Muñoz Molina? Pues bien, he aquí una respuesta: mirad al cerebro. Leer ficción literaria recluta las áreas cerebrales implicadas en la emoción social: las que distinguen una sonrisa sincera de una falsa, detectan si alguien se siente incómodo o evalúan las necesidades emocionales de familiares y amigos. La ficción popular (como las novelas de espías o de amor y lujo) no lo hace, y la estantería de no ficción tampoco lo consigue.
Las lecturas literarias también son únicas en
que estimulan la teoría de la mente, la facultad de ponerse
en la piel del otro. La razón, según publican en Science los científicos de la
Nueva Escuela de Investigación Social en Nueva York, es que la alta literatura nos obliga a
expandir nuestro conocimiento de las vidas de otros, y a percibir el mundo
desde varios puntos de vista simultáneos.
Los resultados de los científicos de Nueva York ofrecen,
seguramente por primera vez en la historia de la crítica literaria, un criterio
objetivo para cuantificar “el valor de las artes y la literatura”, como dice su
institución. La Nueva Escuela de Investigación Social se fundó en 1919 con el
espíritu de promover la libertad académica, la tolerancia y la experimentación.
Publicar una investigación en Science es seguramente una
culminación de ese programa. Su trabajo muestra que “leer ficción literaria
estimula un conjunto de capacidades y procesos de pensamiento fundamentales
para las relaciones sociales complejas, y para las sociedades funcionales”.
El psicólogo Emanuele Castano y su estudiante de doctorado David
Comer Kidd han consultado a críticos e historiadores de la literatura para
dividir el espectro continuo y diverso de la expresión literaria en solo tres
categorías: ficción literaria, ficción popular y no-ficción.
Los voluntarios —siempre los hay en las investigaciones de
psicología experimental, y suelen ser estudiantes de psicología sedientos de
créditos— leyeron textos de esos tres géneros y se sometieron a todo tipo de
mediciones perpetradas por Kidd y Castano. Los psicólogos estaban interesados
sobre todo en su teoría de la mente, la habilidad de
adivinar los pensamientos de otros, sus intenciones y emociones más ocultas.
Este ejercicio de adivinación es algo que todos practicamos continuamente, de
un modo más o menos consciente, pero unas personas lo hacen mejor que otras.
Una de estas pruebas es leer la mente en los ojos. Los
participantes miran a fotografías de actores en blanco y negro y tienen que
adivinar la emoción que están expresando. ¿Fácil? Pues seguro que hay alguien
que lo hace mejor que usted. Otra prueba se llama el test
de Yoni,
y trata de medir a la vez las habilidades de percepción cognitiva y emocional
de los voluntarios. “Hemos usado diversas medidas de la teoría de la mente”,
dicen Kidd y Castano, “para asegurarnos de que los efectos que vemos no son
específicos de un tipo de medida, y acumular evidencias convergentes para
nuestra hipótesis”.
En los cinco tipos de experimento, los psicólogos de Nueva York
han comprobado que los voluntarios que fueron asignados (al azar) a leer los
textos más literarios puntuaron más alto en las medidas de la teoría de la
mente que los que leyeron ficción popular o ensayo. Estos dos últimos géneros,
por cierto, puntuaron igual de mal en esas pruebas.
“A
diferencia de la ficción popular”, concluyen los autores, “la ficción literaria
requiere una implicación intelectual y un pensamiento creativo de sus
lectores”. Así que ya lo saben: lean bien, queridos lectores.
Clara Sánchez se alza con el Planeta
La exitosa escritora Clara Sánchez gana la 62 edición del Premio Planeta y la cineasta y exministra de Cultura Ángeles González-Sinde queda como espectacular finalista en su debut en la narrativa de adultos.
En una atmósfera pespunteada por el azul corporativo, la gala de
entrega anoche volvio a mostrar el poder de convocatoria del premio. Bajo tres
gigantescas pantallas y un moderno escenario, unas 1.300 personas se reunieron
en el Palacio de Congresos de Barcelona. Si la representación mayoritaria era
de medios de comunicación —casi una cuarta parte de los asistentes—, la
política, menor, claro, tenía su carga de morbo. A la izquierda del presidente
del grupo Planeta, José Manuel Lara, se sentó el presidente de la Generalitat,
Artur Mas, quien, sin duda, mientras oía el desgranar de las votaciones a
través de la voz de la presentadora Lourdes Maldonado, debía acusar aún las
palabras del editor realizadas el lunes, cuando aseguró que la independencia de
Cataluña “es imposible, y todos lo sabemos”.
“Stendhal decía que somos detalles”, suele decir Sánchez
(Guadalajara, 1955), que ha cargado siempre sus personajes de alta densidad
psicológica y que en El cielo ha vuelto, la obra con la que ha
obtenido los 601.000 euros del galardón, sigue indagando bajo esa premisa, aquí
a partir de una modelo de pasarela de éxito que durante un viaje en avión es
alertada por una vidente de que alguien desea matarla. Saberlo hará que se
replantee toda su vida y vuelva a mirarlo todo con otros ojos, en un paradójico
crecimiento personal. La idea le surgió cuando, hojeando una revista de moda en
una peluquería, le “pareció ver en la típica imagen de una modelo lánguida una
mirada de espanto”. Y ahí arrancó la historia de una joven que “lo tiene todo,
pero en la que se instala la duda y la desconfianza”. Una desconfianza, dice
Sánchez, “que se ha generalizado en toda la sociedad, por lo que quería indagar
si ella nos lleva a la crueldad o la lucidez”.
La trama está en línea con una trayectoria literaria de casi 25
años y una decena de obras, que arrancó con Piedras
preciosas.
Novelas inventadas a partir de un substrato de realidad, notable introspección
de los personajes y un predominio del halo emotivo (“siempre escribo con el
corazón; lo que mueve el mundo son las emociones”) han marcado una trayectoria
con obras como Desde el mirador (1996) a Presentimientos(2008) pero que ya ha
recibido reconocimientos como el Alfaguara de novela por Últimas
noticias del paraíso (2000) o Lo que esconde tu nombre,
con la que en 2010 obtuvo el Nadal. Esa obra significó su despegue comercial,
vendiendo (gracias especialmente a su aparición en Italia, donde fue un brutal best-seller), más de medio millón
de ejemplares.
Un éxito que Sánchez ha repetido en su décima y hasta ayer última
novela, Entra en mi vida (2012),
basada en el triste episodio de los niños robados de hospitales españoles y en
donde vuelve a jugar con la complicidad de la mirada de la psicología femenina,
utilizando el detalle de hechos cotidianos para describir un mundo. No muy
alejado de lo que hacen sus admiradas Mercè Rodoreda, Natalia Ginzburg y la
recién nobelizada Alice Munro.
La gran sorpresa de la noche fue la finalista Ángeles
González-Sinde(Madrid, 1965), ministra de Cultura entre 2009 y 2011, que se
embolsó 150.250 euros con El buen hijo, una ágil comedia
moderna donde se narran las vicisitudes de un apocado hombre de 36 años que
vive y trabaja bajo la sombra de su madre viuda, ambiente asfixiante que se
altera con la llegada de una sirvienta rumana. “Vicente es un personaje
expulsado de otras historias que hice y que quería recuperar”, dijo la
exministra, encantada de retomar “el recogimiento del escritor” tras su paso
por la política.
Si bien la
novela significa el debut de Sinde en la narrativa para adultos, no lo es con
las letras, ya que es autora de 18 guiones, entre ellos La
buena estrella, que obtuvo un Goya. Y otros muchos suyos están emparentados con
la literatura, como Las razones de mis amigos(basada en Lo
real,
novela de Belén Gopegui, con quien trabajó también en La
suerte dormida), El misterio Galíndez, (a partir de la obra
de Vázquez Montalbán), La vida difícil (adaptación de una obra
de Almudena Grandes) o Una palabra fija (sobre una de Elvira
Lindo). González-Sinde —cuya defensa de los derechos digitales en su etapa de
ministra sintoniza con las ideas de Lara, furibundo enemigo de la piratería—
luce incluso en su currículo un premio ganado: fue en 2006, cuando se llevó el
Edebé de novela infantil por Rosanda y el arte de
birlibirloque.
Alice Munro, Premio Nobel de Literatura 2013
La escritora canadiense Alice Munro ha sido galardonada con
el Premio Nobel de
Literatura 2013, según ha dado a conocer la Academia Sueca en Estocolmo. La autora de «Mi vida querida» recibió
la llamada de la Academia Sueca y no pudo atenderla, por lo que los
académicos le dejaron un mensaje en el contestador.
La escritora se enteró
por su hija: «Mamá, ¡ganaste!»
Es la décimotercera mujer que
obtiene el Nobel declaró: «¿Puede ser posible? ¡Es increíble que solo seamos
trece mujeres! Ni siquiera sabía que estaba en la lista de finalistas hasta
ayer. Estoy aturdida. Ahora se hablará más de los escritores canadienses».
El jurado ha decidido premiar a la autora canadiense
por ser la «maestra del cuento contemporáneo», según ha hecho público la
Academia.
Lo cierto es que la narradora de Wingham se
desenvuelve con una maestría que roza la genialidad en el relato, hasta
el punto de que cada uno de sus cuentos es un libro en sí mismo. El talento de
Alice Munro se condensa en sus relatos de forma brillante y la excepcionalidad
de su narrativa reside en la pureza de sus personajes, almas huérfanas en
la inmensa soledad del siglo XX.
Monmany: «Comparable a
Chejov»
Comparada muchas veces con el gran maestro del cuento
que fue Chéjov, la canadiense Alice Munro (Wingham, Ontario, 1931)
es sin lugar a dudas la mejor autora de relatos de nuestros días».
Algunas de sus piezas, repartidas en doce colecciones
de cuentos hasta el momento, entre las que destacan El amor de una mujer generosa, Escapada o Demasiada felicidad,
por citar sólo unas cuantas, alcanzan una rara y casi inquietante perfección».
«En los cuentos de Alice Munro es importante lo que
se dice, pero aún más, si cabe, lo que no se dice. Las pausas, los vacíos y
elipsis en sus historias -que casi siempre giran alrededor del amor y el
desamor, de la fragilidad y en ocasiones de la perseverancia de los vínculos,
observados microscópicamente en sus más ínfimas, oblicuas, evidentes o secretas
modulaciones- alcanzan la categoría de un relato paralelo. Un relato que sigue
resonando mucho tiempo después en la mente del lector, una vez cerrado el
libro».
Su trayectoria
Alice Munro nació en 1931 en
Wingham (Ontario) y se licenció en la universidad de Western Ontario. Es autora de doce colecciones de cuentos y dos
novelas.
Su excepcionalidad
reside en la pureza de sus personajes
A lo largo de su carrera, la escritora canadiense ha
recibido premios de mucho prestigio, entre los que cabe destacar el Man Booker International
Prize. Conocida como la «Chejov canadiense», ella misma se
declara en deuda con autoras de la talla de Flannery O Connor, Catherine Anne
Porter y Eudora Welty.
Sarah Polley llevó al cine uno de sus relatos en «Lejos de ella», su debut como directora, que contó con Julie Christie como protagonista.
Actualmente, Alice Munro vive parte del año en Clinton
(Ontario) y parte en Comox, en la Columbia británica. «Mi vida querida» (Lumen) es su
colección de cuentos más reciente.
El Premio Nobel de Literatura está dotado con ocho millones de coronas suecas (922.000 euros) y
su anterior ganador, en 2012, fue el chino Mo Yan.
Bibliografía de Alice
Munro:
- «Las vidas de las mujeres» (Lumen, 2011).
- «Las lunas de Júpiter» (De Bolsillo, 2010).
- «El progreso del amor» (RBA, 2009).
- «Amistad de juventud» (De Bolsillo, 2010).
- «Secretos a voces» (RBA, 2008).
- «El amor de una mujer generosa» (RBA, 2009).
- «Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio» (RBA, 2007).
- «Escapada» (RBA, 2005).
- «La vista desde Castle Rock» (RBA, 2008).
- «Demasiada felicidad» (Lumen, 2010).
viernes, 18 de octubre de 2013
I Concurso de Microrrelatos
I CONCURSO DE
MICRORRELATOS
(curso
2013-2014)
IES
J.J. CALVO MIGUEL
Se
convoca el I Concurso de Microrrelatos
BASES: Se trata de crear un Relato Corto (de 140 a
150 palabras) en el que pongas en marcha tu creatividad, originalidad;
así como tu habilidad lingüística y literaria.
PROCESO:
Una vez
corregidos los relatos de cada grupo, imprimiremos un cuadernillo con todos
ellos; de ese cuadernillo se harán copias que estarán a disposición de todos
los alumnos en las BIBLIOTECAS DE AULA.
DESTINATARIOS: Será un trabajo
obligatorio para todos los alumnos en clase de Lengua que será evaluado en el
apartado de Expresión y Comprensión; por tanto, la participación es
obligatoria.
PREMIO: El premio será para el grupo que haya reunido los relatos con mayor
calidad por… su profundidad…, originalidad…, estilo…, corrección gramatical…
En cuento al PREMIO, lo
sentimos, pero aún está por determinar; de todos modos, será comunitario para
TODO EL GRUPO.
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